miércoles, 20 de noviembre de 2013

Hogar de Las Bellas Artes


Por: La Redacción
La Alameda Central, es sin duda, uno de los principales cuadros que se encargan de embellecer a la Ciudad de México, y esto no sería posible sin la presencia de la pureza del blanco mármol que caracteriza al majestuos y único en el mundo… Palacio de Bellas Artes.




A punto de dar comienzo el siglo XX, Porfirio Díaz dio la orden de construir un teatro con el fin de conmemorar el centenario del inicio de la Independencia de México, a su vez, el teatro sería edificado para reemplazar al Teatro Nacional de México. Adamo Boari fue el arquitecto responsable para la realización de este edificio estilo art nouveau y art decó.

 


 



El proyecto dio inicio en el año de 1904, esperando ser terminada cuatro años después, sin embargo, la construcción se vio mermada debido al estallido de la revolución y la situación económica del país. El arquitecto Boari dejó el país en el año de 1916 con el teatro sin terminar, empero una de las obras más fastuosas que concluyó al interior del teatro fue el telón contra incendios.



El telón fue construido por la Casa Tiffany de Nueva York, realizado con cristales no transparentes (opalescentes). El diseño fue hecho por Harry Stoner quien plasmó la idea de Boari, un paisaje con los gigantes de México, el volcán Popocateépetl y el Iztaccíhuatl. Con un peso aproximado de 27 toneladas y dimensiones de 14 m de ancho por 12.50 m de altura y 32 cm de espesor, fue exhibido en Nueva York antes de ser enviado por barco a la Ciudad De México.

Tras la salida de Boari, la construcción se intentó retomar en 1919 y 1928 con pequeños avances. Fue hasta el año de 1930, estando el país estabilizado en materia de economía, bajo la presidencia de Pascual Ortiz Rubio que la obra se denominó como un edificio “asiento de una institución nacional de carácter artístico”, después de 30 años se cambió el nombre a la obra de Teatro Nacional a Palacio de Bellas Artes, siendo entonces terminado por el arquitecto Federico Mariscal en el año de 1934.
Engalanado en su interior por murales que fueron inspirados por Rivera, Clemente y Siqueiros, la inauguración oficial del recinto fue el 29 de septiembre de 1934 por el presidente Abelardo L. Rodríguez, con la obra teatral “La verdad sospechosa” de Juan Ruiz de Alarcón.
 


El edificio tiene 52 m de altura, posee cuatro pisos y un estacionamiento subterráneo. Cuenta con espacios como la Sala Manuel M. Ponce, Sala Adamio Boari, una cafetería, una librería y salas de exposiciones.

Es imposible no admirarse de la belleza de este recinto. No puedes dejar la oportunidad de conocerlo. E-culture te invita a apreciar el esplendor de las construcciones históricas que nos hacen ser el orgulloso país que somos.

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