Una de las construcciones más impresionantes de Nueva York que ha logrado conservar su estilo durante 100 años, es la Grand Central Terminal.
Fue construida sobre la antigua Grand Central Station realizada en 1871. Es por ello que gran cantidad de la población sigue llamándola con ese nombre. Su edificación fue a causa de la necesidad de no usar más los trenes a vapor.
A la mitad del siglo XX, con el apogeo del automóvil, el tren dejó de ser el transporte por excelencia. Esto hizo que se construyeran zonas comerciales en la estación y vender el edificio de oficinas que habían construido en su parte trasera.
Diariamente es visitada por 100,000 personas, sin embargo, más que utilizar los trenes, la mayoría de estos visitantes son turistas que compran en sus tiendas, comen en sus restaurantes o simplemente se toman fotografías en el edificio.
Su sala de espera mide más de 1,100 metros cuadrados, bautizada como Vanderbilt Hall, es la parte más atrayente de la estación, ya sea por su tamaño, sus techos y la decoración en general.
Si has tenido la oportunidad de ir a la Grand Central, comparte con nosotros tu experiencia.
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